LITERATURA Y ARTE: ¿QUÉ TIENEN EN COMÚN EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, EL PERFUME Y LAS CRÓNICAS DE NARNIA?

¡Muy buenas, seguidores gatunos!

¿Qué tienen en común los libros de El Señor de los Anillos, El perfume (historia de un asesino) y Las Crónicas de Narnia? Esa es la pregunta que traigo hoy a una nueva entrada sobre literatura y arte. La respuesta la he encontrado en un interesantísimo artículo escrito por Alma Obregón Fernández, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, titulado: “El medievalismo victoriano hoy. Prerrafaelismo y John William Waterhouse en El señor de los anillos” (link para que podáis acceder a su contenido aquí o aquí)

Para los que hayáis leído ya el artículo, y para los que no, la respuesta a mi pregunta inicial tiene una primera respuesta que me llevará al desarrollo de esta entrada. Estas tres novelas han sido llevadas al cine y en todas ellas ha habido influencias de las obras prerrafaelitas tanto en su confección del vestuario como en la fotografía de algunas de sus escenas. No voy a entrar en detalles más profundos acerca de que es el prerrafaelismo, o quién es Waterhouse o si ha habido una falsa muerte del prerrafaelismo inglés como se creía o si por el contrario con estos ejemplos se puede apreciar un revival de esta “corriente” artística. Esas cuestiones las aborda de una manera más estudiada y mejor la autora del artículo que hoy quiero comentar aquí. En lo que sí  quiero entrar es en la fascinación que me ha causado leer dicha publicación, puesto que si te paras a observar detenidamente fotogramas de las películas citadas y las obras de arte, se puede ver un claro parecido, una inspiración muy profunda. Juzgadlo vosotros mismos:

Ilustración 1 aquí podemos observar como el vestuario de Eowin está claramente inspirado en el vestido de una de las obras de Waterhouse que cuentan la historia de la Dama de Shallot (1888).

Ilustración 2 en esta imagen de nuevo se puede ver a Eowin en una composición de la escena muy parecida a la imagen de Miranda, La Tempestad (obra de teatro de William Shakespeare). Esta pintura también pertenece al artista John William Waterhouse.

Ilustración 3 el parecido entre el vestido de Susan Pevensie de Las Crónicas de Narnia, con la obra de Waterhouse The Lady Clare es más que evidente.

Ilustración 4 así mismo, la bellísma actriz Rachel Hurd-Wood luce un kimono muy parecido  para El perfume al que muestra Waterhouse en su obra  The soul of the rose.

                                                                                                                                   

Una vez más, el arte le sirve de complemento (por decirlo de alguna forma) a la literatura, pues, cuando una novela es llevada a la gran pantalla, todos tememos que no esté a la altura de nuestras expectativas y siempre encontramos los mismos errores que enunciamos con la siguiente frase: “Yo esta escena me la imaginaba de otra manera” o “Este personaje no se parece en nada a la imagen que se creó en mi cabeza al leer su descripción”. Creo que, al recurrir a las obras de arte en un determinado momento de la filmación para recrear un vestuario o una escena, se consigue darnos esa profundidad o ese sentimiento que tuvimos nosotros como lectores al leer determinadas partes de un libro. Además, recurrir al arte prerrafaelita en determinadas películas como El señor de los anillos o Las crónicas de Narnia es un gran acierto, porque no creo que haya una corriente o estilo artístico más acorde con la grandiosidad y el aspecto visual que se les quiere dar a estas películas. Es así mismo un arte muy delicado, lleno de belleza y sentimiento como se puede apreciar en la imagen comparativa de El perfume, por tanto me parecen elecciones absolutamente acertadas.

Como ya he dicho antes, no estoy diciendo nada nuevo que no haya dicho Alma Obregón en su artículo, simplemente quería compartirlo con vosotros, porque la literatura y el arte son más afines y cercanos de lo que nos parece y lo que nos hace sentir uno en palabras, nos lo puede hacer visible el otro en colores. Espero que os haya gustado esta breve, pero no menos importante, entrada acerca del prerrafaelismo como inspiración para llevar a la gran pantalla lo que los lectores leemos en determinadas novelas. Si alguno de vosotros conoce más casos en los que al llevar al cine una película, algún aspecto de la misma se ha recreado inspirándose en alguna obra de arte, que me lo diga en los comentarios y yo estaré encantada de leerlos. Mientras me despido hasta la próxima entrada.

Un saludo minino,

M.

P.D.: me gustaría añadir que todas las imágenes usadas en esta entrada están sacadas del artículo previamente mencionado y que no quiero darme ningún mérito por ellas, simplemente difundir algo que me ha parecido tan enriquecedor.