LITERATURA Y ARTE: EL MITO DE HIPÓMENES Y ATALANTA, LA TATARAABUELA DE FLASH.

¡HOLA SEGUIDORES GATUNOS!

Hace ya un tiempo que tenía ganas de hacer otra entrada sobre arte y literatura. Aún así debo ser sincera y decir que he estado a punto de no hacerla, y hacer una entrada sobre la obra de teatro El sueño de una noche de verano (de William Shakesperare) puesto que recientemente he tenido la gran oportunidad de verla representada y lo pasé de maravilla. Pero como soy consciente de que mi obsesión por el gran bardo puede ser agotadora para vosotros…

(Esta escena es totalmente irreal, pero en caso de que alguno se sienta aludido, he aquí su dramatización:

-oh, el gato lector ha escrito un nuevo post en su blog, vamos a ver de qué trata… ¿Otra vez Shakespeare? ¡Pero qué chica más pesada/pendeja/pelotuda/cansina! Paso de leerla, a ver si escribe sobre otros temas de una vez)

 …pues prefiero hacer la entrada que llevaba tiempo planeando. Así que hoy traigo uno de los muchos mitos que aparecen escritos en la obra Metamorfosis de Ovidio (poeta romano). La obra se terminó de escribir en torno al siglo 8 d.C. y se trata de un gran poema escrito en quince libros en los que se enlazan mitología e historia. Las Metamorfosis (que en ningún momento se debe confundir con La Metamorfosis de Franz Kafka) comienzan con la historia del Origen del Mundo y termina con la divinización de Julio César por parte del autor, pues a los gobernantes se les llegó a considerar como dioses en la antigua Roma. Así mismo, las historias y mitos se van enlazando con facilidad durante toda la trama y se pueden leer, entre otros, mitos como el que a continuación se va a explicar o mitos muy conocidos como es por ejemplo el de Píramo y Tisbe o el de Narciso.

Las Metamorfosis de Ovidio es una de las obras clásicas más leídas y más conocidas y en siglos anteriores como los referidos a la Edad Media o el Renacimiento sus pasajes o mitos fueron muy representados en la pintura y escultura. Hay artistas muy conocidos como es por ejemplo Diego Velázquez o Rubens (entre otros) que plasmaron en sus pinturas muchos de los mitos que aquí se cuentan. También hay otros autores menos conocidos como Rómulo Cincinato que han representado escenas de la obra de Ovidio y es precisamente este artista el protagonista de la entrada de hoy.

Para los que no lo conozcáis, en la ciudad de Guadalajara (España) existe un palacio que se construyó en el siglo XV. Es el palacio de los duques del Infantado en el que vivió una de las familias nobles más famosas de España, los Mendoza. En un principio este palacio se construyó (por deseo del II duque del Infantado) con el lenguaje del gótico tardío (y es en su fachada y su precioso patio donde mejor se puede ver esto). Pero con el paso de los siglos, el palacio necesitó ser reformado y el que en ese momento era duque (el V duque del Infantado) llamó a varias artesanos, obreros y pintores para que llevaran a cabo las obras. Una de las personas que fue llamada fue el artista italiano Rómulo Cincinato y se dedicó a pintar los techos de algunas de las salas del palacio.

Pues bien, en una de las salas bajas del palacio que hoy día se pueden visitar y conservan las pinturas del siglo XVI, Rómulo representó el mito de Atalanta e Hipómenes que aparece en el libro X de Las Metamorfosis de Ovidio. Es uno de los mitos que más me gustan a mí y como el Palacio del Infantado también es una de las obras de arte que más me gustan, me ha parecido adecuado contaros el mito a la vez que os enseño las pinturas que Rómulo Cincinato creó. Como siempre digo, si no quieres hacerte ningún spoiler de la historia porque quieres leerte el libro entero, es el momento para que dejes de leer. Si por el contrario te interesa, te invito a que leas este resumen que he sacado de una revista juvenil de hace muchos años y he adaptado un poco para la ocasión.(No cito la revista porque no me acuerdo de su nombre y el mito lo copié a mano en un cuaderno que tenía hace años).

EL MITO DE ATALANTA E HIPÓMENES:

Había una vez en la antigüedad, una hermosa joven llamada Atalanta, que era tan veloz como el viento. Muchos hombres se enamoraron de ella solo con verla. Pero la joven tras haber consultado al oráculo y que esté le hubiese advertido calamidades si algún día llegaba a casarse; dijo que solo se casaría con el hombre capaz de vencerla en una carrera. Pero los que habiendo aceptado el desafío no ganasen, deberían morir.

Revelación de la historia de Atalanta. Imágen de: https://investigart.wordpress.com/2014/06/25/romulo-cincinnato-un-pintor-italiano-al-servicio-de-la-corte-espanola/

 A pesar de tan difícil prueba, muchos jóvenes arriesgaron su vida por competir con Atalanta. Ninguno de ellos consiguió ganarla y tuvieron un triste fin. Un día un joven llamado Hipómenes, que había oído hablar de las famosas carreras de Atalanta, fue a presenciar una de ellas sin intención de participar ni de convertirse en otra pobre víctima.

Encuentro de Hipómenes y Atalanta

 Pero cuando vio a la hermosa muchacha, no pudo resistirlo y acepto el desafío. El joven Hipómenes confiaba tanto en el amor que sentía que rogó a Afrodita, la diosa del amor, que le ayudará a vencer a la bella Atalanta. Afrodita le escuchó y le dio tres manzanas de oro del árbol del hermoso jardín que tenía en la isla de Chipre.

Hipómenes reta a Atalanta a participar en la carrera

 Llegó el día de la gran carrera. Ambos salieron veloces como el rayo, pero como siempre, Atalanta corría más rápido y enseguida sacó ventaja. Había llegado el momento de utilizar la ayuda que Afrodita le había brindado. El joven tiró una de las manzanas de oro que pasó por encima de la cabeza de Atalanta; al verla, esta se paró a recogerla, y el muchacho la adelantó. Pero Atalanta, a pesar de su distracción, volvió a tener ventaja.

Carrera de Hipómenes y Atalanta

 Repitió otra vez la estrategia, lanzando la segunda manzana con idéntico resultado hasta que ya por fin, muy cerca de la meta, Hipómenes probó con la tercera manzana y de nuevo al verla tan preciosa y reluciente, la muchacha se paró a recogerla mientras el joven enamorado llegaba vencedor a la meta. Y todo hay que decirlo, Atalanta que jamás hasta entonces había perdido una carrera se sintió muy feliz puesto que aquel valeroso joven, tocado por la diosa del amor, le había gustado desde el primer momento.

Pero a pesar de esto, Atalanta no se lo agradeció a la diosa del amor como era costumbre; llevando ofrendas a su altar en el templo y esta ofensa no pasó desapercibida a Afrodita. La diosa encolerizada decidió vengarse de los dos amantes y un día que los jóvenes paseaban cerca de un templo dedicado a la diosa Cibeles les hizo yacer juntos profanando el santuario. Cibeles, ante tal sacrilegio castigó a la pareja transformándolos en leones que tirarían de su carro eternamente.

Atalanta e Hipómenes se dirigen al templo de Cibeles. Perdón por la calidad.

Antes de terminar la entrada, debo añadir que exceptuando una de las imagenes, el resto están hechas por mi y he dejado el enlace a la página de donde he tomado la única imágen que no es mía. Es muy importante respetar los derechos de autor. 

En fin, espero que os haya gustado esta entrada y hayaís podido ver otra muestra de como el arte y la literatura están muy unidos, pues el primero usa como fuente de inspiración al segundo para representar las historias que leemos. Si habeís aguantado hasta el final y os ha gustado el post, os invito a que dejeís comentarios y si teneís alguna duda de lo que hay aquí escrito os invito a investigar por vuestra cuenta y a preguntar sin miedo. Como siempre me despido hasta la próxima entrada. 

Un saludo minino,

M.