RESEÑA: HIPÓLITO (Ιππόλυτος) - EURÍPIDES:
ESTA NUEVA RESEÑA PUEDE CONTENER SPOILERS DE LA TRAMA. ESTO SE DEBE A QUE SI NO SE CUENTAN CIERTAS COSAS, LA RESEÑA SE QUEDA INCOMPLETA. SI NO QUEREÍS LEER MÁS, ES VUESTRO MOMENTO, SI NO... AVISADOS HABEÍS QUEDADO. QUÉDATE SI TE INTERESA CONOCER UN POCO MEJOR LAS OBRAS DE TEATRO GRIEGO DE LA ANTIGÜEDAD.
«Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco».
SINOPSIS:
“Con Hipólito alcanzó Eurípides
la cumbre de su creación artística y un éxito rotundo, desvelándonos, con
rasgos seguros, la terrible pasión de una mujer enamorada y la firmeza casi
enfermiza de un muchacho perfecto. Aquí no hallamos, como en otras tragedias,
la menor concesión al melodrama, y Fedra e Hipólito son los dos seres humanos
de comportamiento más heroico del teatro de Eurípides, ambos carecen de
moderación y deshonran a una divinidad, Afrodita y Ártemis, por lo que deberán
sufrir y pagar sus respectivas culpas”.
SOBRE EL AUTOR Y LA OBRA, MI
OPINIÓN PERSONAL:
Junto con Esquilo y Sófocles,
Eurípides fue uno de los tres poetas trágicos griegos más famosos de la
antigüedad clásica. Nació aproximadamente en el año 480 a.C. y murió en el 406
a.C. En breves palabras se puede decir que este autor vivió la época de mayor
esplendor en lo referente a economía y política de la Atenas clásica. Vio con
sus propios ojos como construían edificios tan importantes para la historia y
el arte como lo es el Partenón de la Acrópolis de Atenas y compartió con la
gente de su tiempo sus ideales democráticos con gran orgullo. A pesar de todo
esto, no se conservan muchos más datos acerca de la vida del autor de esta
tragedia y de estas solo se han logrado conservar dieciocho de las muchas que
pudo haber escrito.
El argumento de esta obra de
teatro clásico es muy simple a primera vista: Fedra, madrastra de Hipólito, se
enamora perdidamente de este joven pues esta es “poseída” por la diosa Afrodita, que ha sido ofendida
profundamente por Hipólito. Esto se debe a que él rinde culto a la diosa virgen
Ártemis y menosprecia a la diosa del amor y la pasión que es Afrodita. Ante la
desmesura de los caracteres de ambos personajes (la descontrolada pasión de
Fedra y la castidad y el ferviente rechazo de las pasiones por parte de
Hipólito) estos incurrirán en la llamada hibris
griega y se verán castigados de diferentes maneras. La hibris (ὕβρις) es la trasgresión de los límites impuestos por los
dioses a los hombres mortales y se traduce del griego como “desmesura”. Fedra
acaba confesándole su amor a Hipólito, pero el joven la rechaza, lo cual lleva
a su madrastra a las puertas del suicidio. Es aquí cuando se desencadena la
tragedia, pues el padre de Hipólito, Teseo, al volver a su casa, encuentra el
cadáver de su esposa con una nota en la que hace graves acusaciones contra
Hipólito, insinuando que este ha yacido con ella en el lecho de su padre. Teseo
arde en deseos de dar muerte a su propio hijo y será entonces cuando solo pueda
cambiar el final para este joven una intervención divina. (Siento si esto os
parece un spoiler, pero no tenía ninguna otra forma de contar la historia,
puesto que la tragedia como tal no comienza hasta el fallecimiento de Fedra).
Al ser una obra de teatro, no
cuenta con elementos como el narrador que se encuentra en las novelas, pero si
existe un elemento que es el Coro, con el que en ocasiones interactúan los
personajes de la obra, aunque uno de los rasgos que caracterizan la obra de
Eurípides es que las intervenciones de este Coro disminuyen en sus obras
respecto a las de otros autores. Este Coro tendrá como función dar al
espectador el contexto en el que se desarrolla la obra. Un resumen de lo que
ocurre en la misma con la intención de que el espectador pueda seguir con más
facilidad el argumento. Aun así, no se le debe dar nunca la misma acepción que
al narrador de una novela. Otras de las características del teatro de Eurípides
se pueden ver muy bien reflejadas en la obra Hipólito, como es por ejemplo la
humanización de sus personajes. Los personajes principales de esta obra de
teatro son Hipólito, Fedra, Teseo, Afrodita y Ártemis. Se pueden observar
claramente en sus personajes este rasgo
de humanización, pues muestran sus pasiones y sus defectos de tal forma que
esto les puede llevar a una tragedia como en el caso de Fedra, que es consumida
por su pasión. En lo referente a la estructura de la tragedia, debo decir que
los hechos se cuentan de una manera bastante rápida llegando a un final muy
intenso, como solo puede ocurrir en este tipo de lecturas.
Y ahora es donde viene la gran
duda que tuve al leer esta tragedia. No entendí como dos personajes que rendían
culto a sus respectivas diosas fuesen castigadas por las mismas. Sí que es
cierto que Hipólito en cierta manera despreciaba el culto a la diosa Afrodita y
quizá esto fuese lo que le llevo a esta situación pero… ¿Y Fedra? Ella no había
hecho nada malo contra Afrodita. Fue entonces cuando me pudo la curiosidad y
tire de internet para descubrir que pasaba con Eurípides y fue entonces cuando
vi claramente sus intenciones: la crítica en sus obras a los dioses griegos y
su culto. No llegue a investigar más, pero fue entonces cuando entendí mejor la
“paradoja” que el autor había creado.
Hipólito… debo decir que cuando abrí
la primera página de mi ejemplar ya sabía que para mí, ir mas allá en la compresión de su lectura (me refiero a ver
más allá del argumento principal que una vez me explicaron en las clases de
griego clásico en el bachillerato) me iba a resultar difícil. Y así fue. Leer
un clásico siempre es un poco más complicado y requiere más concentración y
puede que más conocimientos sobre
ciertas cosas que no se tienen por qué tener con lecturas contemporáneas. Al
menos eso es lo que opino yo, porque a mí me pasa eso. Por suerte, mi edición tenía
muchas notas explicativas a pie de página.
Sí, me explicaban muchas cosas que no entendía, pero que una vez
arranqué con la lectura esto llegó a ser incomodó en el sentido de tener que
estar interrumpiendo cada dos por tres el ritmo de lectura para leer
explicaciones. Pero realmente lo necesitas, porque sino… a no ser que sepas
mucho sobre estos temas de mitología, literatura griega y cultura clásica en
general, te va a resultar una lectura desaprovechada porque solo vas a
disfrutar lo más superficial de la obra. Pero no con esto quiero dar un mensaje
negativo, ni desalentar a la gente a hacer este tipo de lecturas. Solo pretendo
avisar. Si no estás muy familiarizado con este tipo de literatura, te va a
costar más que un libro de J.K. Rowling evidentemente. Pero a mí me gusta
variar en mis lecturas y soy una lectora que intenta leer libros de todo tipo,
por lo que no le hice ascos a este y he de admitir que el argumento me llamaba
mucho la atención. Así que al igual que me gusta leer de todo tipo de géneros,
también intento hacer reseñas de ellos. Esta particularmente es la más
complicada que he escrito hasta ahora, pues no solo es un clásico con bastante
trasfondo (y mucho me he dejado en el tintero os lo aseguro) sino que también
es una obra de teatro y quizá no haya tocado todos los puntos clave que se debe
hacer con este tipo de reseñas. En ese caso, pido perdón. También se lo pido a
ese lector despistado que pueda aparecer por este blog y de la casualidad de
que es amante de las tragedias de Eurípides. Mi intención simplemente es
acercar este tipo de obras para que sean conocidas por más gente dando mi más
humilde opinión de ellas y ver si así animo a algún valiente a lanzarse a la
piscina de los clásicos, que también merecen ser leídos :) Cierro esta reseña con una
frase que me ha gustado particularmente de la obra:
“Mi lengua ha jurado, pero no mi corazón”
Un saludo minino,
M.
Hola^^
ResponderEliminarLa verdad es que no me llama la atención, no es mi tipo de lectura y dudo que me fuese a gustar así que descarto leerlo.
¡Gracias por la reseña!
un besote
Nada! jajaja obviamente las lecturas van con los gustos. De todas formas muchas gracias por pasarte y comentar :)
EliminarUn beso